Estaba en la cabina del maquinista, incrédulo por lo que había pasado. No sabía en que lugar habia hecho la primera parada el tren, y ni siquiera el motivo.
Después de escuchar por voz del maquinista: “ Por esa ventana llegarás a tu primer destino en este viaje”. Me dije a mi mismo: ¿Cómo quiere que llegue hasta ahí?
Me propuse intentarlo. Tras alzar mi mano lo máximo que podía, no logré ni una sola vez llegar a la manivela que abria aquella ventana.
Miré a mi alrededor, por si había algun objeto que pudiera ayudarme a llegar hasta allí.Había una especie de caja de madera, con un letrero en grande : “Frágil”.
Después de esto, se me ocurrió preguntarle:
-¿Puedo utilizar esa caja de ahí?
Me miró con cara de circunstancia, y me preguntó :
-“¿No la querras para jugar?, ¿Has leido lo que pone en el cartel?”
-No, la quiero para intentar llegar a esa ventana, ya que me has dicho que por ahí encontraré mi primer destino en este viaje. Y en cuanto a la segunda pregunta, sí, qué te crees, que un niño de doce años no sabe leer?
-No dudaba que no supieras leer, lo que si que dudo es que un niño de tu edad sepa entender lo que quiere decir ese cartel. ¿ O a caso te crees tan mayor para saberlo?
-No puedo ver el contenido de la caja, pero sé el significado de “frágil” o como yo lo entiendo; Algo que se puede romper con facilidad.
-Ves, lo que me temia. No sabes lo que significa ese “frágil”.
-¿Y qué significa, entonces?
- Pues verás, ese “frágil” significa que esa caja es vulnerable a caer en tentaciones. Así que tú decides. Yo no la utilizaría, y menos la abriría, por lo que pueda pasar.
- Y ¿Por qué debería creerle? No sé quien es usted, solo se su oficio, y alomejor lo único que quiere es que la abra yo, por que usted no se atreve. De hecho, voy a seguir mis impulsos y la voy a abrir.
Me dispuse a hacerlo cuando…
Cuando, el maquinista me paró en seco y me dijo :
Créeme, ya sé que no sabes quien soy, ni si quiera sé como has tardado tanto tiempo en intentar abrirla, pero te aseguro, que no debes hacerlo. Y si a todo esto, sigues sin creerme, puedes mirar en la otra parte de la caja que no puedes ver. Y sabrás el por qué.
Y entonces…
No hay comentarios:
Publicar un comentario