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Letras que se juntan para formar palabras. Palabras que se juntan con o sin sentido para dar forma a unas frases. Frases que llegan al alma, que resuenan, que hacen sentir. Mi idioma.

He vuelto

martes, 2 de marzo de 2010

Capitulo 2 - Imprevisto en el tren


Se cerraron las puertas del tren. Faltaba poco tiempo para que arrancara, cuando decidí preguntarle a Eva cuál era el motivo de su viaje.

Después de que terminara de guardar su equipaje, un poco cansada, me contestó: La verdad, es que no te lo puedo decir.

Su respuesta me extrañaba por una parte, pero por otra la comprendía. Hacía cinco minutos que la había conocido, y claramente no tenia por que decirme cual era el motivo de su viaje. Yo era un desconocido para ella.


Por otra parte, aunque entendí que no respondiera a mi pregunta, bueno sí, pero no lo que yo me esperaba, me inquietaba. Y durante los diez minutos siguientes, no paré de darle vueltas al asunto.

Sí seria por motivo de un viaje de negocios, si iba a ver a un familiar, si iba solamente a disfrutar del fin de semana allí, o simplemente como muchas personas hacen, cogen la maleta y dicen; “Hoy me apetece ir a…”

Lo que ella no sabía de todo esto, era lo que me había sucedido poco antes de salir de casa hacia aquí. Pero por mera coincidencia, pensé que esto debía esperar.

De repente, se levantó del asiento, y se fue con prisa en dirección al otro vagón. Yo, después de todo, extrañado por tal situación, pensé que iría dirección al aseo, o le habrían llamado al teléfono móvil. Había sucedido en un abrir y cerrar de ojos. Cuando me di cuenta ya había desaparecido de mi vista.

Yo, un poco confuso, seguía sin entender nada. Las puertas del tren estaban cerradas, y el tren llevaba un cuarto de hora de retraso en la salida. Mi compañera de asiento, por no decir de viaje, seguía sin volver. Aquí pasaba algo raro.

Entonces fue cuando vi a lo lejos a Eva, que entraba por las puertas que comunicaban vagón a vagón, y con un objeto extraño que llevaba en sus manos. No sabía que era, hasta que se sentó a mi lado.

Cuando, escuchamos al maquinista del tren, por la radio, diciendo: Perdonen las molestias, y los minutos perdidos. Ha surgido un imprevisto, pero ya está solucionado.

Segundos más tarde, partimos con dirección a…

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